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No empieces a diseñar tu página web sin leer estos consejos

No empieces a diseñar tu página web sin leer estos consejos. Identifiquemos los puntos críticos que tienes que asimilar antes de lanzarte a diseñar tu página web para garantizar buenos resultados para tu negocio.

Identifiquemos los puntos críticos que tienes que asimilar antes de lanzarte a diseñar tu página web para garantizar buenos resultados para tu negocio.

Tener a un colaborador con el título de diseñador gráfico colgado en la pared de la oficina no es un seguro de éxito para la construcción de un sitio web funcional para tu organización. Esa lección es lo primero que tienes que aprender, porque crear una plataforma web no es una tarea exclusivamente de diseño gráfico. No, no es que odiemos a los diseñadores gráficos, por el contrario, los amamos con locura, pues ellos son los mejores aliados que podemos tener los marketeros; simplemente, sabemos que asignarles la responsabilidad del sitio web solo a ellos es una mala idea.

Entendamos esto de una vez por todas: crear una plataforma web para un negocio no es un simple ejercicio de diseño gráfico, ¡NO! Construir un sitio web es una tarea en la que se deben articular tres áreas del conocimiento: la ingeniería —que se encarga de los asuntos tecnológicos: estabilidad, correcto funcionamiento de los sistemas y usabilidad de la herramienta—; el marketing —responsable de la puesta en escena del negocio dentro de la plataforma, de los productos o los servicios, del relacionamiento con las audiencias y el servicio al cliente, de la comunicación y la promoción de la empresa—, y el diseño gráfico —a quien se le delega la apariencia gráfica y se le responsabiliza de la integración y el embellecimiento de lo que aportan las dos áreas anteriormente enunciadas—.

¿Por qué le damos más importancia al diseño gráfico que a las otras áreas en la construcción del sitio web? Pues porque cuando no entendemos algo nos conformamos con su aspecto. Pero créenos, las tres áreas son igualmente importantes. Si preferimos la ingeniería, produciremos un sitio web muy completo y robusto para el negocio, lleno de funcionalidades y escalable a futuro; aunque, probablemente, no refleje los objetivos del negocio, o sea, estéticamente deficiente. Si nos concentramos en el marketing, obtendremos una plataforma muy comercial, totalmente centrada en el negocio y la audiencia; pero, quizá, poco estable —tecnológicamente hablando— y con deficiencias gráficas. Al preferir lo gráfico, la situación sería similar: tendríamos un sitio muy bonito, pero con problemas de uso y con un bajo aporte a la compañía.

Los 10 mandamientos para diseñar una página web para tu negocio

Antes, las empresas que necesitaban un sitio web se repetían en los mismos errores: contrataban una agencia de desarrollo —carísima, porque la mayoría les vendían la creación de un sitio web como una expedición del hombre a la Luna— a la que le entregaban el problema y se sentaban a esperar la solución. Una idea tan brillante como entregarle tu plata al vecino, que no te conoce y posiblemente pertenezca a otra generación, para que te compre la ropa. En esos casos, había nula planificación y poco involucramiento de la empresa contratante. Las condiciones del que ponía la plata se resumían en la discusión del menú de navegación, el levantamiento de los contenidos, la selección de una docena de fotos de un banco de imágenes gratuito, la elección de una fuente tipográfica y la definición de los tres colores corporativos. Con esto, la agencia creaba dos archivos en PDF en los que se mostraban dos páginas de ejemplo y ¡san se acabó!: ¡tenemos sitio web!

Queremos creer que eso que acabamos de describir es cosa del pasado. Queremos soñar con que hoy las cosas son distintas porque los negocios de ahora se embarcan en planes de desarrollo más estudiados. Actualmente, crear un sitio web es un proceso en el que el equipo de la empresa se involucra profundamente, analiza cada decisión y cuida hasta el último de los centavos. No se da ningún paso en falso, se estudian los objetivos y se hace una perfilación meticulosa del buyer persona antes de elegir la ruta que se tomará para la creación del sitio web. Una actitud que evita los reprocesos y que acerca al resultado.

Para apoyarte en esa nueva forma de enfrentar el reto de desarrollar un sitio web, queremos compartirte los siguientes diez conceptos que son muy importantes y las empresas los tienen que comprender antes de aventurarse a la construcción de una plataforma web, de contratar una agencia, de elegir un CMScontent management system, sistema de gestión de contenidos, como WordPress o Joomla!—, de pagar un peso o de tirar una línea de código.

1. Estas embarcándote en un recorrido de largo aliento

Crear el sitio web perfecto para tu negocio es una utopía. Diseñar para la web tiene que ser visto como un viaje lleno de exploración, pruebas y aprendizajes constantes. Para triunfar, los equipos de desarrollo tienen que partir del entendimiento de la marca, de los objetivos de la empresa, de las audiencias objetivo y de la tecnología a usar. Con eso se puede crear una primera versión de la plataforma, que debe ser vista como una versión beta. Una vez establecida esta, se empieza el larguísimo recorrido hacia la optimización, que probablemente no terminará nunca. La evolución de la tecnología, de la empresa —de sus productos o servicios— y del mercado tiene que ser la justificación para que los líderes de la organización entiendan que la creación de un sitio web es un recorrido de largo aliento, sin final.

2. No existe una única verdad

La meta del equipo siempre será construir una plataforma para lograr lo que se propone el negocio en unas audiencias específicas. Pero no hay una única ruta para llegar a esa meta. En desarrollo web, no tiene ningún sentido tratar de definir lo que es correcto y lo que es incorrecto, básicamente, porque lo que a unos usuarios les sirve, a otros les estorba. Ahora, de lo que sí podemos hablar es de que existen unos caminos largos y otros cortos —advirtiendo que no nos gusta hablar de atajos—. También, es perfectamente probable que a lo largo del proceso te encuentres con opiniones contradictorias, incluso entre los mismos integrantes de tu equipo digital. En la ruta, te toparás con violentos defensores de una idea, tecnología o tendencia y activistas del bando contrario. Hablamos de todo esto para ratificarte que no existe una única verdad, ni mucho menos un método infalible cuando se trabaja en la creación de una plataforma web. Nadie tiene la fórmula perfecta, toca analizar, explorar, aprender y ejecutar sin temores, pero con cautela.

3. Tienes que entender el contexto

Los buenos procesos de desarrollo web son aquellos que empiezan con una zambullida profunda en la realidad del negocio, el mercado y las audiencias. Empaparse con todos los detalles del entorno le dará al equipo los insumos necesarios para producir las mejores ideas. También, durante el proceso, vale la pena darles voz a los responsables del diseño gráfico, a los ingenieros y a los marketeros. Abrir espacios para que cada uno exponga sus puntos de vista acortará el camino y producirá una colaboración enriquecedora. Al final, el resultado será la consecuencia del proceso, y eso es justamente lo que se busca en este tipo de tareas digitales. Deja de obsesionarte con crear el sitio más bonito del planeta o el que alcance el récord de conversiones, empieza a centrarte en el contexto y en el proceso y te garantizamos que el resultado será fantástico.

4. Menos, siempre será más

Ya embarcado en el proceso de desarrollo, ten siempre esa premisa en mente. No caigas en la tentación de rellenar el sitio web de bobadas inaportantes para el negocio o para la audiencia. Cuídate de cargar la plataforma con información o piezas gráficas. Si partimos de la premisa —ampliamente demostrada y explicada— de que el recurso escaso de las personas en la actualidad es el tiempo y no la información, llenar el sitio web de cosas será un autoatentado contra el objetivo de hacer que las personas consuman la información y permanezcan mucho tiempo en el sitio web. Facilita las cosas, simplifica la puesta en escena de tus productos o servicios y concéntrate en el mensaje prioritario. Te lo reiteramos, para tener un diseño eficaz, menos, siempre será más.

5. Simplificar es una tarea compleja

En nuestras conferencias, constantemente decimos que simple no significa carente de ingenio. El mundo digital es tan complejo en sí que resulta estúpido complicarlo más. Las empresas y sus equipos tienen que comprometerse con la simplificación a la hora de iniciar el proceso de creación del sitio web. Ahora, simplificar es una tarea muy difícil y requiere que los involucrados sean sumamente críticos. Los encargados de la creación del sitio web tienen que hacer un esfuerzo por eliminar las cosas innecesarias dentro de la plataforma —esas que aportan poco a la consecución de los objetivos— para poder avanzar hacia la simplificación. También tienen que ordenar jerárquicamente los objetivos y establecer prioridades dentro de lo que se necesita comunicar para poder desprenderse de los elementos que no suman. Entonces, el truco para facilitar el ineludible sueño de simplificación es centrarse exclusivamente en lo importante y hacer que esto brille.

6. Se diseña para una audiencia

No, no se crea el sitio web para que le guste al gerente o al dueño del negocio; tampoco es una buena idea obsesionarse con crear una plataforma para que compita por premios de diseño. Lo que se debe hacer es una herramienta digital que le aporte beneficios al negocio y que solucione los problemas de la audiencia. Aceptar eso es el principio para triunfar con el desarrollo de un sitio web, pero es una realidad difícil de digerir porque el que pone la plata para pagarle a todos los involucrados en el proceso difícilmente se acogerá al resultado si este no le gusta. Sin embargo, esa es una pelea que hay que dar. Cada paso dado en el diseño se debe explicar. Cada decisión tomada se tiene que justificar. Los jueces de un sitio web son: la estrategia y la audiencia. Obviamente, quienes ejecutan la tarea tienen que recoger las observaciones y retroalimentarse a lo largo del proceso con las opiniones de todos los actores corporativos para poder alcanzar un resultado que los deje a todos satisfechos.

7. Los contenidos se tienen que ordenar

Una vez se han asimilado los primeros seis mandamientos se puede comenzar a trabajar en aspectos técnicos, gráficos y de contenido. La primera de esas tareas siempre será la organización de la información que se piensa entregar al usuario. El equipo no puede olvidar nunca que lo que se hace cuando se diseña una plataforma web es crear un contenedor atractivo y enriquecido con funcionalidades para los mensajes que necesita transmitir la empresa. Insistimos en esto para que se vea la importancia del ordenamiento de los contenidos, un proceso denominado arquitectura de la información.

8. El layout es un componente crítico

Cualquier creación física requiere de unos planos detallados. De la misma forma, cualquier creación digital necesita de ellos. La construcción de un layout —en computación— es el proceso para calcular y planear la ubicación en el espacio de cada uno de los objetos y los componentes de una plataforma tecnológica —al layout también se le llama mockup o maqueta—. Con una maquetación previa, el equipo reducirá los errores y mejorará el desempeño del sitio web; porque cuando se planifican los espacios, se ubican los elementos primordiales para la conversión en los lugares más destacados. Además, la planificación del layout servirá para diagramar la estructura general de la plataforma y su despliegue en cada uno de los dispositivos —una tarea fundamental en el actual mundo móvil—.

9. Se deben definir las tipografías y los colores

En 2006, Oliver Reichenstein —emprendedor e innovador digital— escribió sobre la importancia de las tipografías en la construcción de sitios web. En un controversial artículo se atrevió a afirmar que 95 % del éxito de un diseño web recae sobre las tipografías —aclarando que esto lo dijo en una época en la que las opciones de fuentes tipográficas eran reducidas y las plataformas web estaban dominadas por el uso de imágenes—. Hoy, con el auge de la movilidad, del responsive design y del marketing de contenidos; la selección y la estandarización de un paquete de fuentes tipográficas para el sitio web es trascendental. Ahora, ¿cómo se debe hacer esa elección? Se debe empezar por entender el propósito de la plataforma y el comportamiento de las audiencias. Saber si se está creando un sitio web para que la gente lo ojee —ver o escoger productos o servicios que requieran poca investigación para tomar una decisión—, para que tenga lecturas largas —blogs, medios de comunicación o productos o servicios muy técnicos que requieran una profunda documentación antes de elegir— o para estudiar, por ejemplo, te ayudará a escoger la fuente tipográfica acertada.

También se debe tomar en serio el uso que se le dará a los colores en el sitio web. La teoría del color está compuesta por un grupo de reglas básicas que ayudan a mezclar correctamente los colores para conseguir un efecto. El equipo para la creación del sitio web debe estudiar esta teoría y experimentar con ella. La selección de la paleta de colores para el sitio web es una de las tareas críticas que debe ejecutar el área de diseño gráfico del equipo. Generalmente, esa elección está determinada por el manual de estilo de la marca, por una imagen que representa su personalidad o, simplemente, por una búsqueda arbitraria del equipo. Independientemente de la tendencia de diseño que piensas seguir, vale la pena establecer unos colores primarios y otros secundarios, definir las gamas a usar y proponer una lógica de uso para cada uno de ellos. El objetivo de esto es conseguir, desde el inicio, una estructura coherente desde lo gráfico, planificada y acorde con los objetivos de la estrategia.

10. Nunca dejar de aprender, de medir y de optimizar

Como lo dijimos en el primer mandamiento, alcanzar la perfección en la creación de un sitio web es una utopía. Los equipos encargados de la construcción de la plataforma web nunca pueden parar su evolución. Aprender de cada tendencia, estudiar cada moda, analizar cada nuevo desarrollo, medir cada resultado y entender el comportamiento particular de los usuarios es una responsabilidad ineludible para los que se hacen cargo de la gestión. Entender esto significa aceptar que el proceso de construcción nunca termina y que la tarea de gestión tiene la responsabilidad de trabajar diariamente en el mejoramiento del sitio web.

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