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Los 10 trucos para hacer publicidad digital efectiva: el decálogo del éxito

Los 10 trucos para hacer publicidad digital efectiva: el decálogo del éxito. Repasemos los elementos que marcan la diferencia para hacer publicidad digital de alto impacto, esa que le reporta beneficios medibles y sostenibles a tu negocio.

Repasemos los elementos que marcan la diferencia para hacer publicidad digital de alto impacto, esa que le reporta beneficios medibles y sostenibles a tu negocio.

La publicidad digital destronó a la análoga. Es una afirmación verídica y difícil de refutar. Suena a exageración, pero no lo es.

Lo digital, desde hace mucho rato, le ganó la partida a lo análogo en eficiencia y capacidad para lograr resultados cuantificables. Aunque a los defensores de lo tradicional aún les quedan algunos argumentos para dar la batalla, la guerra la tienen perdida. ¿Qué argumentos les quedan a la mano? Pocos: (i) el respaldo corporativo de los grandes medios, (ii) el impacto visual del mundo real sigue siendo atractivo —algo que a nuestro juicio es una percepción discutible— y (iii) la aportación de evidencia física para la presencia marca.

De lo anterior, el único argumento que nosotros nos tragamos es el de la evidencia física; porque sí creemos que toparse con las cosas en la calle sigue siendo importante para los negocios. Pero el resto de los argumentos los consideramos temporales —y más temprano que tarde quedarán sin peso para la discusión—.

La publicidad digital es hoy el principal caballito de batalla del marketing digital porque, bien implementada, permite: aumentar la visibilidad de los productos o servicios en el mercado, conectar con un mayor número de potenciales compradores e incrementar los beneficios de la empresa. Pero ¿cómo hacer publicidad digital que sirva para aumentar las ventas de tu negocio? En este artículo te daremos los mejores consejos.

La publicidad es el pilar del marketing digital

Te guste o no, hacer publicidad digital será esencial para el éxito de tu empresa. Esta acción marketera, te lo garantizamos, es mucho más simple, amigable y sensata de lo que has imaginado. La publicidad digital es perfecta para salvaguardar los generalmente escasos recursos de marketing de los negocios y es más eficiente que su par análoga.

Las empresas ya no se pueden dar el lujo de invertir presupuestos enormes en campañas tradicionales que no ofrecen datos precisos sobre su aporte al negocio. Ese acto de fe que exige lo análogo a los líderes empresariales está siendo cuestionado y puesto en evidencia por las métricas precisas y las segmentaciones milimétricas del marketing digital.

Además, la versatilidad y la agilidad de las campañas digitales contrasta con la excesiva preparación de una acción tradicional. Sin decir con esto que lo digital no exige planificación, porque los tiempos de preparación en ambos casos son similares, pero los tiempos de producción y ejecución en lo digital son significativamente inferiores.

El decálogo para hacer publicidad digital efectiva

Por todo lo que planteamos hasta aquí, lo digital derrotó a lo análogo. Sin embargo, llevar los recursos hacia este nuevo escenario repleto de oportunidades de negocio no es una garantía de éxito. Las empresas que quieran sobresalir allí tendrán que prepararse para dar el salto y alinear a sus equipos para que no malgasten la plata en acciones publicitarias ineficientes.

A continuación te presentamos nuestro decálogo para el éxito en la publicidad digital. Advirtiendo que estas diez cosas no son las únicas necesarias para conseguirlo, pero sí las más importantes:

1. Cada campaña debe tener un objetivo claro

Las acciones publicitarias que se lanzan sin una pizca de reflexión terminan convirtiéndose en ruido inútil para la marca —plata que se tira al bote de la basura, que no le deja nada al negocio y que nunca se recupera—. Lo conveniente, entonces, es preparar un pequeño plan de tres pasos para cada campaña: (i) describir muy bien el tipo de público al que se le mostrará el anuncio —explorando sus características e intereses—, (ii) entender el momento en el que se encuentra ese público dentro del viaje del consumidor —¿está en la fase preliminar de búsqueda o ya está tomando la decisión de compra?— y (iii) reflexionar sobre lo que queremos que haga el potencial comprador —visitar una página web, seguirnos en las redes sociales, contactarnos con un mensaje o, directamente, comprar lo que ofrecemos—.

Con ese pequeño plan tendrás claro el objetivo de la campaña publicitaria y estarás mejor capacitados para tomar cada una de las decisiones al momento de ejecutar la acción de marketing. Si tu objetivo no es claro desde el inicio, el análisis de los resultados será absolutamente subjetivo.

2. La segmentación debe ser precisa

La reflexión sobre el objetivo, la audiencia y el momento dentro del viaje del consumidor que hicimos en el punto anterior te servirá también como insumo para la planificación del segmento al que orientarás la campaña. Elegir el público que se topará con el mensaje publicitario es el principio fundamental para la optimización y la protección de los recursos.

Hoy, las plataformas publicitarias digitales tienen muchas herramientas para segmentar los anuncios. Un negocio puede elegir públicos con exactitud: por delimitación demográfica, por selección de intereses o actitudes, por acciones específicas dentro del ecosistema digital del negocio —como visitar una página en particular o pertenecer a la base de datos de clientes— e, incluso, por extrapolación a partir de una audiencia —lo que se conoce como públicos similares—.

No segmentar con precisión al hacer publicidad digital es una falla que le resta oportunidades a la empresa y limita significativamente la eficiencia de las campañas.

3. Calcular bien el presupuesto es una obligación

Una forma muy común de desperdiciar los recursos de marketing en las empresas es la sobreinversión —gastar más de lo que se necesita en una acción—. Calcular bien el presupuesto significa alinear tres elementos: el objetivo de la campaña, el tamaño del público y la intensidad de comunicación esperada.

La plata que le inviertes a una acción publicitaria tiene que ser medida con exactitud. Y para lograrlo, debes comenzar por entender el tamaño del público potencial —no se debería gastar la misma cantidad de plata en una campaña para buscar nuevos clientes en una ciudad de cien mil habitantes que en una ciudad de un millón de habitantes—. Entender y dimensionar el universo poblacional al que irá dirigido el esfuerzo es clave para atinar en la inversión de recursos. También, tendrás que ser consciente del objetivo y la intensidad esperada —cuántas veces quieres que un usuario vea tu mensaje publicitario—, porque convencer a alguien de que te compre requiere más impactos que lograr conocimiento de marca.

Si dominas esas tres variables y alineas todo, el cálculo del presupuesto a invertir será extremadamente preciso y conveniente. Proteger cada moneda de tu presupuesto de marketing servirá para elevar la eficacia de las campañas.

4. El mensaje debe acompañar al consumidor en su viaje

En el primer punto de este decálogo insinuamos la necesidad de entender y anticipar el momento que vive cada persona, para acertar en la planificación de la campaña. Pero ese aspecto no es importante solamente para la planificación, también es crítico para el diseño del mensaje.

Sincronizar el mensaje con el momento del consumidor al hacer publicidad digital significa presentar la pieza gráfica y el copy correcto para la realidad que está experimentando el potencial comprador. Por ejemplo, si la campaña está diseñada para que les aparezca a personas que están en etapa exploratoria, el mensaje debe enfatizar en la marca y sus características. Pero si la campaña está pensada para personas en la fase de decisión de compra, el mensaje debe reforzar la ventaja competitiva y enfocarse en los beneficios racionales de la marca.

Usar un mensaje estándar en todas las fases del ciclo de compra reducirá las posibilidades de conseguir el resultado. Tu mensaje se debe adaptar al momento que vive el potencial comprador y acompañar su viaje hacia la conversión.

5. El mensaje tiene que adaptarse a la plataforma

Este punto complementa el anterior: el mensaje, además de acompañar al usuario en el viaje, debe pensarse para que se desenvuelva bien en el medio en el que se emite. Ningún canal se parece al otro, por lo tanto el mensaje debe adaptarse al tono y al lenguaje de cada plataforma. Instagram no es lo mismo que Google Ads y Facebook no se parece en nada a YouTube, por poner dos ejemplos elementales.

Las imágenes, los formatos, las palabras y los llamados a la acción tienen que elegirse a la medida del canal en el que se emite el anuncio —incluso, nos atreveríamos a sugerir que también se debe adaptar el destino del clic dependiendo de la plataforma—. La esencia del mensaje en Instagram debe ser la misma que la del mensaje en Google, pero el anuncio no debe ser exactamente igual.

Adaptar el anuncio a la plataforma de emisión es un esfuerzo extra para el equipo digital, pero vale la pena a la luz de los resultados del negocio.

6. El llamado a la acción tiene que ser extremadamente seductor

Decirles directamente a las personas lo que quieres que hagan —en tu anuncio y en la página de destino— es muy importante para el éxito de la campaña; esta es una obviedad del mundo publicitario que muchos ignoran o subvaloran. El llamado a la acción es el elemento crítico del copy. Lamentablemente, a diario vemos anunciantes que usan lugares comunes o frases increíblemente vacías —por ejemplo: haz clic aquí para contactarnos o visítanos para más información—.

¡Tu llamado a la acción debe ser sexi! El texto que incita al clic debe ser muy seductor e irresistible para mejorar los resultados de tu campaña. Los esfuerzos creativos en este apartado hacen una diferencia significativa en lo que se obtiene del anuncio.

Hacer publicidad digital con un llamado a la acción débil es la cuota inicial del fracaso.

7. La landing page tiene que ser monumental

En este apartado ninguna excusa es válida: la página web a la que conduce el clic de tu campaña publicitaria debe estar preparada y optimizada para lograr el objetivo de negocio. Una landing page mediocre tirará a la basura todo lo que consigas con el mensaje en el canal publicitario.

El diseño de la página de aterrizaje debe ser exquisito. Los textos, las imágenes y la distribución de los elementos dentro del navegador deben estar muy bien pensados. El desempeño de la página —tiempos de carga, adaptabilidad a los dispositivos y pantallas y la seguridad en el manejo de la información— tiene que ser impecable.

En este punto no se permite ningún error. La landing page es el primer y principal vendedor de tu empresa, por eso tienes que alinear todo para que convenza a cada visitante de que tus productos o servicios son la mejor opción del mercado.

8. Medir y optimizar es una tarea sin fin

Tu campaña nunca estará optimizada. Aceptar esto de entrada te cambiará la aproximación a la publicidad digital y te pondrá en una posición de avanzada en el mercado. Revisar los resultados y afinar los parámetros al hacer publicidad digital —objetivos, segmentación, presupuesto, canales, etc.— es un bucle infinito y desgastante, pero absolutamente necesario.

Crear un tablero de mando con los indicadores críticos de cada campaña es una obligación para el equipo digital. ¡Ah! Y ese tablero no debería ser igual para todas las campañas. Para convertirlo en una herramienta útil, los indicadores deben alinearse con los objetivos del esfuerzo. Por ejemplo: para una campaña de captación, los datos de alcance y tasa de clics son sumamente importantes, pero para una campaña diseñada para conseguir compradores, la tasa de conversión es el indicador clave.

Observar las métricas y basarse en ellas para perfeccionar las campañas te ayudará a sacar el mayor provecho posible de los recursos de marketing del negocio.

9. Hacer todas las pruebas A/B posibles

Con la actitud analítica interiorizada en la organización, el equipo digital estará listo para poner a prueba cada decisión. El objetivo será encontrar argumentos en los datos para elegir: (i) el objetivo apropiado, (ii) el anuncio correcto, (iii) el copy más interesante, (iv) el llamado a la acción más seductor y (v) el canal más eficiente para el negocio.

Diseñando buenas pruebas A/B, el camino hacia el éxito se aclarará y los resultados alcanzarán un nivel de optimización altísimo.

Los equipos digitales inteligentes entienden que sustentar las decisiones en las métricas es una metodología que garantiza el acierto. Tomar cada elemento de la campaña publicitaria y someterlo a una prueba A/B servirá para exprimir todo el potencial del mundo digital. Por eso, tu negocio tiene que impulsarse con la experimentación, para no desaprovechar sus recursos.

10. Complementar la publicidad digital con acciones orgánicas

Cumpliendo con los primeros nueve puntos de este decálogo, tu campaña publicitaria estará preparada para destacarse en el mundo digital. Ahora solo le faltaría el apoyo del resto del ecosistema para hacerla extremadamente poderosa.

Hacer publicidad digital no debería verse como un esfuerzo aislado, sino como una táctica que se engrana con el resto de las tácticas que se ejecutan en el plan digital. Apalancar las campañas con publicaciones orgánicas en las redes sociales, con correos electrónicos a la base de datos o con contenidos en el sitio web es lo correcto para alcanzar el resultado esperado.

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