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Los 5 principios empresariales para garantizar el futuro

Los 5 principios empresariales para garantizar el futuro. Profundicemos en los principios empresariales para garantizar el futuro, el desarrollo, la proyección y el sostenimiento de los negocios.

Profundicemos en los principios empresariales para garantizar el futuro, el desarrollo, la proyección y el sostenimiento de los negocios.

En la actualidad, crear empresa no parece una tarea tan compleja —si lo comparamos con los siglos anteriores—. Ahora, lo que sí parece verdaderamente difícil, a todas luces, es mantenerla vital y exitosa en el tiempo. ¿Por qué afirmamos esto? Porque en las últimas décadas el mundo entero ha hecho grandes esfuerzos para facilitar y promover el emprendimiento, pero pocos para acompañar lo que está en marcha.

Desde hace muchos años, los gobiernos han emitido leyes y aportado recursos para impulsar el nacimiento de negocios, además, han creado entidades estatales para asistir a quienes se arriesgan en las primeras etapas. El sector privado también ha hecho su aporte al diseñar programas de mentorización para formar líderes emprendedores. Incluso, ha apostado y patrocinado a muchas de esas iniciativas. Por su parte, los bancos y los fondos de inversión han destrabado el acceso a capitales para favorecer el crecimiento y la expansión de las nuevas compañías.

En fin, todos se han puesto de acuerdo para crear un ambiente propicio para la aparición de nuevas empresas. Y sí, estas han aparecido, pero pocas han evolucionado y muchas han desaparecido a los pocos años.

Necesitamos emprendimientos que perduren

Esa obsesión del mundo por facilitar la creación de negocios contrasta con el poco cuidado que todos le ponen a las etapas siguientes de un negocio. ¡La fase de sostenimiento!

Ni los gobiernos ni el sector privado ni los bancos ni los inversionistas ni los propios emprendedores enfatizan en este aspecto trascendental del proceso de construcción de una empresa. Se invierte mucho en la concepción, en la planificación y en la puesta en marcha de la idea, pero poco para afianzarla y enrutarla hacia el éxito.

Esta realidad evidente para todos es la que motivó este artículo. Durante mucho tiempo nos hemos preguntado: ¿qué se requiere para garantizar el futuro de una empresa? Y después de buscar mucho, encontramos pocas luces. Por esto decidimos escribir sobre el tema y así aportar al ecosistema emprendedor desde una orilla muy diferente y poco común.

Los principios de una empresa: cómo crear y sostener una empresa en el mercado actual

Lo primero que queremos decir es que no existen fórmulas secretas y que para sobrevivir no hay atajos, sino bastante planificación, trabajo y perseverancia. En esta publicación tocaremos unos asuntos elementales y obvios y algunos que muchas veces pasan inadvertidos —que serán el foco de nuestra exposición—.

Para empezar, hablemos del primer paquete, de los aspectos elementales y obvios. Se garantizará el futuro de una empresa si y solo si: (i) se desarrollan competencias administrativas avanzadas para gestionar correctamente los recursos; (ii) se ofrece un producto o servicio sobresaliente, con ventajas competitivas difíciles de igualar y con una buena distribución en el mercado objetivo; (iii) se crean estrategias y planes responsables con el entorno, que aporten a la comunidad y que respeten el medio ambiente, que identifiquen causas sociales y las apoyen; (iv) se establecen pautas para que todas las prácticas del negocio sean éticas y ajustadas a las leyes locales y globales; (v) se abren canales para la asociación que conduzcan a la consolidación de gremios o alianzas estratégicas, y (vi) se conforman y capacitan los equipos de trabajo para crear competencias y alineación con la misión y la visión del emprendimiento.

Ahora, el segundo paquete —el de los aspectos que muchas veces pasan inadvertidos— lo comprenden lo que nosotros llamamos: los cinco principios para garantizar el futuro de una empresa. Esos cinco fundamentos son:

1. Conectar profundamente con los clientes

Las empresas que aspiran a perdurar se deben preocupar por establecer conexiones verdaderas y humanas con sus clientes. En la actualidad, es utópico subsistir en el mercado sin establecer lazos reales con quienes usan o consumen lo que se ofrece. Para lograr esa conexión, se tendrá que empezar por una honesta construcción de confianza entre los involucrados —negocio y cliente—, que debería desembocar en la consolidación de una relación profunda y estrecha.

Hay una verdad inobjetable en el mundo de los negocios: la construcción de relaciones es el corazón de las compañías comercialmente exitosas.

Conectar significa comprometerse con la satisfacción de las necesidades del cliente y con los valores de la empresa. Conectar significa mantener un servicio coherente y dispuesto a resolver los requerimientos del cliente. Conectar significa atender las reclamaciones con eficiencia y compasión, y preocuparse por el bienestar del consumidor o usuario. Conectar significa crear comunidad y aportar para su crecimiento.

Este primer principio se explica muy bien parafraseando a un alto directivo de Starbucks: «Solo se logra ser amado si se da amor».

Solo cuando nos entreguemos completamente —como organización— a la creación de una conexión honesta con los clientes, se logrará que lo emprendido perdure en el tiempo y se cosecharán los objetivos propuestos. En el caso contrario, si nos despreocupamos y no consolidamos una relación con quienes consumen o usan lo que producimos, se estará dando un paso certero hacia la terminación del negocio.

2. Crear pasión y compromiso en los colaboradores

Empecemos por entender que un colaborador es cualquier persona implicada en los procesos internos o externos de una organización. Con esto queremos decir que los proveedores, los empleados y los representantes o distribuidores son colaboradores. También, que cualquier integrante de la cadena de suministro o actor con algún rol activo o pasivo durante el relacionamiento de la empresa con el cliente o el entorno es un colaborador. Ahora, con ese concepto de colaborador claro, podemos enfocarnos en los dos aspectos críticos relacionados con ellos para conseguir que el negocio perdure en el tiempo: la captación de talento y el entrenamiento y desarrollo de este.

Las compañías que no invierten suficientes recursos para la consecución y la retención del mejor talento disponible tienen, de inmediato, una fecha de vencimiento. La adquisición de talento sobresaliente es trascendental para que un negocios crezca y se sostenga. Además, es obligatorio que se invierta en ese talento atraído; creando pasión por la misión, la visión, los valores y los productos o servicios ofrecidos, para lograr objetivos en el corto y el largo plazo. Atraer y retener colaboradores entusiastas, dedicados y comprometidos producirá una espiral de crecimiento y desarrollo.

Pero la idea no es únicamente crear pasión y compromiso en el colaborador, sino también en la empresa por este. Iniciar programas que reconozcan la experiencia y la excelencia del talento reclutado, formarlo y entrenarlo continuamente para que ejecute mejor sus funciones y para que encuentre rutas de crecimiento personal y profesional, ofrecerle posibilidades para que cultive sus intereses y dar todo de sí —como organización— para que este consiga su bienestar físico, financiero y emocional.

3. Insistir en la colaboración como modelo de trabajo

La colaboración es el tercer aspecto que incide en la consolidación en el tiempo de un negocio. La colaboración vista como metodología de trabajo y como herramienta para enfrentar y solucionar los problemas que se viven en el día a día. Las compañías que insisten en la creación de equipos de trabajo y en el esfuerzo colaborativo como método, ponen el talento colectivo al servicio de los objetivos. Y este simple hecho hace que las ideas y las soluciones a los problemas aparezcan y se ejecuten con mayor facilidad.

Promover el trabajo colaborativo en todos los niveles, procesos y proyectos es importante para alcanzar la vida adulta como empresa. Compartir, colaborar e interactuar son tres cualidades que cuando se desarrollan se transforman en ventajas competitivas: para anticiparse al mercado, para enfrentar a la competencia y para liberar la información para que los colaboradores implicados en cada acción tomen buenas decisiones. El negocio debe proponerse colaborar con el colectivo para encontrar salidas y construir valor para los clientes y usar esas interacciones como mecanismos de socialización, masificación y confrontación de los diferentes puntos de vista dentro de la organización.

Impulsar la colaboración —enseñando a todos a trabajar y encarar los retos como equipo— es necesario para que las empresas perduren en el tiempo. Esta metodología inserta en el equipo la vocación por la colaboración para solucionar los problema con facilidad y obtener aprendizajes colectivos que producirán eficiencia, involucramiento y aumento general de la creatividad —un aspecto que abordaremos a continuación—.

4. Promover la creatividad y la innovación, independientemente del éxito de las iniciativas

Es imposible hacer crecer o sostener un emprendimiento en el tiempo sin creatividad e innovación. Esos dos activos son preponderantes en la actualidad para permanecer en el mercado.

Las empresas que cohíben a sus colaboradores —restándoles libertades de acción, fiscalizando cada decisión o enfatizando y castigando cuando se obtienen resultados negativos con las iniciativas— están condenadas al fracaso. Para que un negocio perdure, debe promover la creatividad y la innovación, sin enfrascarse en discusiones cuando los resultados de las ideas que se ponen en marcha no sean los esperados.

Es una utopía creer que se podrá vivir estático. Es un error garrafal depender por siempre de una idea inicial —la idea con la que se puso en marcha el emprendimiento—. Los mercados evolucionan y los competidores diseñan planes para neutralizar nuestras ventajas competitivas. Creer que nada cambiará con el paso del tiempo es una ilusión inocente. Es por esto por lo que conviene abrirse a la creatividad y fomentar la innovación, destinando suficientes recursos y reconociendo el esfuerzo de los colaboradores que se atreven a proponer nuevos caminos.

La única forma de seguir el ritmo frenético que vivimos en el presente es con creatividad e innovación. Solo cuando nos liberamos del temor que produce el fallo y aceptamos que para subsistir hay que experimentar, estaremos dando pasos para el establecimiento de una empresa con futuro.

5. Inculcar la apropiación digital

La digitalización es el último aspecto para perdurar. ¡Hoy, más que nunca, la transformación digital es una condición para sobrevivir! Apropiarse de lo digital es una obligación. Solo las empresas que se lanzan a las nuevas tecnologías y herramientas para perfeccionar sus procesos podrán avanzar al ritmo exigido por el mercado.

Los líderes de negocio deben inculcar la apropiación digital en sus colaboradores. Es necesario que las compañías se sintonicen con el mundo digital para que cada acción emprendida deje un rastro que luego permita la optimización. Cada una de las áreas de la organización debe interiorizar esta nueva realidad.

Ahora, digitalizar no significa automatizar. Apropiarse de la tecnología es un camino poderoso cuando se le ve como una forma de enriquecer la conexión humana, en vez de verlo como mecanismo que conduce a la despersonalización. El mensaje para perdurar no es sumar más máquinas, sino aprovecharse de ellas para conectar con el mercado.

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